jueves, 8 de marzo de 2012

Pensar, pensar, pensar, pensar...

Sin duda tengo la cabeza llena de pajaritos dando vueltas, cada uno con un nombre propio, con un mundo propio, cada uno predicando lo que lleva dentro. El problema es que aunque me la paso pensando nunca llego a un resultado. Los pensamientos derivan en acciones, en objetos, en resultados, y yo siento que simplemente pienso, estos pajaritos alzan el vuelo con un grito, y luego descienden en silencio, pero nunca llegan a realizar un viaje. Los siento enredados en una gran red, una jaula, se sienten prohibidos al atravezar ciertos limites, y vuelven y son pensamientos para siempre. Todo lo que quiero es que alcen su vuelo y lleguen tan lejos como quieran llegar, que vuelen todo para cuanto fueron creados.