domingo, 1 de enero de 2012

And my heart was beating fast

Ha pasado tanto tanto tanto tiempo desde la última vez que solté letras... Digamos que mi propia vida intenta asesinar mi tiempo, oh sí, los días, las semanas y los meses volaron, he pensado y he hecho muchas cosas, sentido no sé muy bien, dudado mucho. Digamos que no soy la reina de los sentimientos, pero sí he tenido un matiz de cada cosa, es horroroso si quiero contarlo, así que no lo haré. En este momento de mi vida estoy frente a un par de situaciones que me producen incertidumbre, miedo y ansiedad, que hacen que mi corazón lata más rápido de lo normal. Por un lado ese bendito exámen de segunda... vaya a saber yo si lo pasaré, dicen las malas lenguas que así será, daré lo mejor de mí, eso es seguro; y por otro lado es lo que sigue al exámen. Sabemos muy bien cual es la que me gusta más.
Es curioso como hay cosas en las que debemos poner todo nuestro esfuerzo para que funcionen, y otras, en las que ya habíamos tirado la toalla aparecen de la nada, como un trofeo de una carrera que no se corrió. En esta situación preferiría que el exámen fuera así. Que cuando no quiera saber más de fórmulas y principios y componentes, ¡Zas! haya aprobado. Pero no puedo tenderme bajo la sombra de los árboles a esperarlo, oh no, porque si el resultado no es favorable siempre sufriré pensando en que debí dar más de mí. Lo otro siento que lo pelearía más... lo peleé más en su momento, pero como que me había dado por vencida, y ahora veo que se asoma un brote, por supuesto no canto victoria, jamás hago eso... jamás hasta no saberme vencedora.

En mi vida he peleado muchas cosas, no recuerdo las que no he logrado. Cuando he querido algo de verdad, lo he buscado hasta encontrarlo... ¿Tendría que ser ahora diferente? No lo sé, daré todo lo que pueda, estudiaré todo lo que alcance y haré lo posible por no bloquearme a la hora de la prueba. Lo otro, creo que lo dejaré fluir. Te lo pido a ti que me escuchas y sabes.

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