domingo, 1 de enero de 2012
Balance negativo
Ya pasó lo peor. Cero éxito, pero qué le vamos a hacer, así es la vida... al parecer con dos ramos colgando. Creo que mi fuerte no son los números, quizás debí estudiar sociología, o no sé algo que no tenga física ni números, pero bueno "¿Universidad de Chile quería?... Ahí la tiene, aténgase" Es el costo. Ahora me paro delante de un montón de proyectos, y de muy poco tiempo. Me siento un poquito como Phineas y Ferb, esos niños que hacen cosas espectaculares con tal de no perder el tiempo, y aunque esas cosas sean tan difíciles e irreales como construir un cohete que viaje efectivamente al espacio, o cuando le construyeron prácticamente una mansión a Santa Claus, a ellos les resulta de lo más natural. Me encanta. Mañana pretendo sacarle a los muros de mi pieza esas miles de manchas de scotch, de pintura, de pasta muro para cambiarle el color y dar vuelta la página de una vez. Tengo ganas de hacer tiro con arco, de sacar licencia de conducir, de preparar e irme de misiones, de irme a Valparaíso a respirar al pasaje Ross... y bueno, el resto se verá. Por ahora la vida continúa y hay que pasarlo "increíble".
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