domingo, 1 de enero de 2012

Experiencia mística memorable

Esta experiencia ocurrió en un retiro en silencio, de los de verano, en Pirque.
Yo estaba orando en el patio junto a la piscina, cuando de pronto me desconcentré mirando una fila de hormigas que pasaba junto a mí. En ese momento poseída por el ocio, comencé a empujar a las hormigas al agua, pero a una no sé por qué, llena de maldad la aplasté y la lancé al agua, y volví a lo mío sin darme cuenta de que una de las hormigas era muy astuta, valiente y con gran sentido de compañerismo.
Esta noble hormiga aprovechó una hojita de árbol que flotaba en el agua para usarla como embarcación, luego rescató el cuerpo de su amiga víctima de mi maldad y navegó hasta el borde de la piscina. Con el cadáver a cuestas llegó a donde yo estaba, subió a mi biblia, depositó el cuerpo de su amiga y se fue dejándome atónita y con la firme decisión de nunca más asesinar sin motivos a una pequeña creatura.

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