Las cosas son curiosas hoy. La vida ha sido extraña los dos últimos meses... una variedad nueva de caos, una forma nueva de sentir, de pensar. Siento que he cambiado mucho y me gusta.
Es verdad que hay cosas que no me esperaba, que me dolieron, que me dieron rabia... fue como si un barco que emprendía un rumbo seguro y que le había costado zarpar de pronto se hundiera por un golpe demasiado torpe y sutil.
Otro no sabe si zarpar, siente que no tiene velas, que no tiene ni timón ni itinerario. Miro a través de él sin embargo y siento una profunda paz, el calor y brillo del sol. No sé aún si subir, no sé aún si es un barco de verdad o si es sólo parte de mis sueños. Lo he visto entre mis sueños. No sé si quiero que sea de verdad. ¿Cómo es viajar en un barco así? No lo sé, no tengo pasaje, sólo sé que lo miro de lejos y no puedo evitar sonreír.
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