Hoy en la universidad me hablaron de "la persona sana" según la medicina alternativa complementaria. Lo que proponía era una persona alegre, que no siente sus órganos internos, que irradia paz, es noble, no se aburre, no se cansa, no se pone nerviosa, es feliz, etc, etc, todo lo bueno, amén. Y está bien, es una definición muy válida, quizás la más perfecta. Pero no puedo dejar de pensar en mí, que me considero sana, y que a menudo siento mi corazón ir muy rápido, o que me suenan las tripas porque es hora de comer, que me río y que busco a veces hacer reír a otros, que a veces soy amable y a veces se me olvida serlo, que me aburro cuando una clase es fome o si la micro se demora demasiado, que se me hace un nudo en el estómago si me dicen que publicaron notas, que me gusta terminar el día hecha polvo de cansancio por haberme invertido en algo, que me pongo triste o me enojo si algo va mal... pienso que sin sentir tantas cosas como aburrimiento, cansancio, enojo, nerviosismo, frío, miedo, frustración, pena, dolor es cierto que seríamos más sanos, pero es cierto también que no sabríamos lo que es vivir.
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