Llegamos al segundo mes del año y llevo formalmente 3 días de vacaciones, y sólo uno sabiendo que mis notas de todos los ramos me permitieron pasar a tercero. Las vacaciones van a ser ínfimas, demasiado breves si pienso en que en un poco más de un mes estaré en clases de nuevo, viviendo quizás nuevamente un semestre convulsionado, donde apenas tendré tiempo de pensar en cambiarme los pantalones.
Es difícil tener un semestre intensivo, extrañamente a uno le va bien, pero todo pasa tan rápido, cada sábado piensas en si sobrevivirás al viernes siguiente, en qué momento harás cada cosa, si alcanzarás y luego no sabes como pero lo haces... pero en el camino se descuida todo y hoy miro el desastre que está hecho mi dormitorio... debo reconocer que desde noviembre que no barro bien debajo de la cama y que mi ropa está guardada a presión en el ropero. Pienso en los amigos a lo que quiero ver, los libros que quiero leer, los lugares a los que quiero ir, y me veo en vacaciones mirando la vida como en un semestre intensivo nuevamente y pensando si alcanzaré, cuándo lo haré, tendré que dejar de dormir?, etc.
Al menos ya hice una de las cosas que quería hacer y era ir a agarrarle la cola a las msiones en Arauco. Todo lo que viene de aquí en adelante es sorpresa... lo que NO debo olvidar es que este año debo leer El Principito, porque cada vez que lo leo entiendo cosas nuevas.
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