De a poco cambian las cosas. No está tan terrible como la última vez. En papel también fue terrible, lo leí hoy y me encontré razón, pero hoy respiro un poco más profundo. Es cierto que han sido tiempos difíciles, pero cuando se va de subida siempre cuesta... ¿será así?
El otro día recordé que amo Santiago, fue como mirar cada rincón, cada muralla, cada puesta de sol y llenarme de luz y colores. Pero no he terminado, falta, faltan varias cositas, pero son pasos, para llegar a la cima hay que caminar bastante, cada paso es importante, cuidadoso, pensado, probado, no es llegar y correr y llegar. Pero no importa, vamos igual, intentémoslo, nadie lleva la cuenta de lo que duele... por suerte.
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