domingo, 1 de enero de 2012

Ambivalencia

Llevo días leyendo un libro de Geriatría y Gerontología. A ratos me lo trago y a ratos cuento cuanto falta para que se acabe. Es curioso como podemos odiar cosas que nos gustan, que queremos, que amamos, y no sabemos por qué, porque puede ser por miles de factores desconocidos. Es curioso como hay días basura en los que nos destruimos o que nos negamos. Si nos gusta despertar temprano dormimos hasta tarde, si nos gusta alimentarnos bien comemos chatarra, si no nos gusta desperdiciar el día viendo TV o en el computador, nos achatamos el trasero vegetando frente a una pantalla, si te molesta pasar el día solo a penas ves a alguien eres huraño y poco comunicativo... y así llegamos al final del día con el sentimiento de devastación moral y nos hace odiar todo y no querer nada. Todo molesta, todo es fome, todo es aburrido, pero prefieres callar, porque sabes que nada de lo que sientes en ese momento es eterno ni totalmente real, es sólo un estado de ambivalencia, porque sabes que todo eso lo quieres, en el fondo lo sientes, pero por el momento lo odias.

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