domingo, 1 de enero de 2012

Pensamignorante

No me caracterizo por ser de esas personas que tienen una opinión sobre algo. Me caracterizo por ser una persona que tiene muchas opiniones sobre algo, una persona que se puso a mirar las cosas desde tantos ángulos que terminó mareada y que optó por lo que le dijo su corazón.
Es cierto que me enseñaron a pensar. Quizás aprendí cuando era muy muy pequeña y me preguntaba si el mundo era real o si era algo que yo había inventado en mi mente.
En el colegio me enseñaron a pensar, a criticar. No leía libros sin saber por qué y para qué los escribieron. Me enseñaron a mirar hechos históricos... lamentablemente sólo me dieron una mirada y muy pocos datos. En la iglesia me enseñaron a pensar, meditar, orar. Me enseñaron a preguntarle a Dios sobre los hechos, a contrastar lo que es con lo que debiera ser, a diferenciar lo que llamamos normal de lo que es normal, a medir el real valor de las cosas. Me enseñaron a preguntarle a Dios y a preguntarme a mí. Me enseñaron cosas que son herramientas.
Creo que gracias a eso puedo analizar las cosas desde muchos ángulos, a entender mi realidad y la de otros, a juzgar lo que me parece bien y tolerar lo que piensan los demás. Creo que es un gran regalo, pero me siento tan ignorante frente a tantas cosas que ahora necesito aprender no las herramientas, sino la materia prima, los hechos. Cuando miro las noticias, los diarios, libros, etc. pienso que frente a eso no sé nada, que teniendo las herramientas para formarme una opinión no puedo hacerlo por un desconocimiento que siento que va más allá de mí.
¿Por qué digo esto si mi casa está llena de libros y tengo acceso a internet para informarme? Porque siento que "algo" nos dice hasta dónde saber.
El otro día con Pablo queríamos ir al Museo de Santiago. Busqué en internet el horario y según ese horario fuimos, pero cuando llegamos estaba cerrado. No abre los sábados en la tarde. No abre los domingos en la tarde. Fuimos al Museo Histórico para suplir el panorama y cuando llegamos a las 17.20hrs nos dijeron: "El museo cierra en 10 minutos". Entonces me pregunté ¿por qué los museos cierran a las horas en que la gente puede ir a los museos? El general de las personas trabaja o estudia de lunes a viernes de 8 am hasta las 6pm y más tarde, y el fin de semana obviamente quiere dormir un poco más, almorzar en más que 45 minutos, y si quiere ir al museo ¿A qué hora puede hacerlo si no están abiertos el fin de semana o cierran a las 17.30 hrs? Quizás existan razones de peso para esto como mantención del lugar, costo del pago de los trabajadores, alguna ley, etc. pero no por eso voy a dejar de decir que es una pésima idea y que es un excelente medio para conservar en Chile un legado de ignorancia en personas como yo, que posiblemente podrían ser un aporte a la sociedad, pero que les da lata leer la Historia de Chile y prefieren seiscientasmil veces más ir a un museo el sábado por la tarde.

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