domingo, 1 de enero de 2012

El día de menos tiempo, tiempo para mí

Miércoles.
Sí, este día corro, pero estas dos horas son mías, mías, mías. Aprovecho de anotar alguna cosa, en realidad ando con los sesos vacíos, con la pensadora llena de fórmulas y leyes, pero da igual al final siempre termino sermoneándome sobre algo. Estoy nerviosa. Se acercan tantas cosas que quisiera hacer algo, ver el mar... momentáneamente es imposible, pero ya lo veré.
Tengo esa sensación de cuando leo cosas que escribí hace mucho, o veo fotos mías de guagua, o de hace 5 años atrás... es increíble que las persona que soy hoy es una completa desconocida para la niña que fui. Es extraño, porque somos las mismas, y curiosamente la vida va en círculos, espiralóide... Sí, esa esa la palabra, pero cuando volvemos a pasar por los mismos rayos, (como mirando el espiral desde arriba... o sea un círculo) somos tan distintos y el sentido que les damos a las mismas cosas es totalmente diverso. Es porque no lo miramos con los mismos ojos, no físicos, sino de los otros ojos. Y es vertiginoso repasar todas las emociones, como las vivimos en tiempos distintos... Es muy curioso. Como que lo que antes me gustaba ya no, lo que antes no me gustaba ahora sí, antes decía cosas que ya no entiendo... porque el habla cambia, y de niña no entendería mis letras actuales (ni yo, ni nadie). O algo que me sorprende es como aprendemos... me acuerdo cuando era chiquitita y veía los cuadernos de mi hermana y no entendía nada y ahora todo ese millar de simbolitos son mi rutina y pan de cada día. Que lindo y contrariante, que lleno de contradicciones, opocisiones y ambigüedades está el tiempo.
Si pudiera volver en el tiempo querría volver hasta aquí, no por algo profundo, sino que me daría lata y flojera volver a vivir todo de nuevo... hasta aquí sé en qué va la película, quiero verle el final... obviamente cuando llegue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario