Hoy quiero liberar a la mariposa de la ternura. Hoy quiero ver luz y llenarme del sabor de la manzana y la canela. Quiero ver a contraluz mis sueños en que hay papel volantín amarillo brillante y que vuela, que son pajaritos, que son volantines. Siento que es posible llenarme de sueños, de ilusiones sin tacharme de ingenua, de ilusa. Dejar de tratarme como una tonta cada vez que quiera ser simple y descomplicadamente feliz.
Siento que lo primero será matar mis miedos, más que ponerme a cazar fantasmas... dejar de temerme a mí misma. No quiero herir a nadie, supongo que la magia de mi vida es buena, supongo que incluso en la noche tendré grillos que canten, estrellas fugaces que cumplan mis pequeños deseos.
Supongo que es posible. Supongo que puedo limpiar mi mente, quiero limpiar mi corazón... Sí, sí tengo corazón. Tengo toda la ternura del mundo... pero también tengo todo el miedo del mundo. Y el valor para superarlo... Si al final no soy una cobarde, los vaientes no son los que no tienen miedo, sino los que los que no se dejan vencer por él.
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