Cuando era chica me daban miedo las películas de terror, sobre todo "Chucky, el muñeco diabólico" o "It". Me acuerdo de haber tenido pesadillas con todos esos personajes sin siquiera haber visto las películas. Les tenía pánico.
Pasaron muchos años sin ver películas de terror, yo sabía que iba a tener pesadillas por las noches, así que mejor no las veía. Hasta que apareció "The ring". Vi "The ring" como hace 3 o 4 años y fue una reconciliación con el cine de terror, porque Samara más que mala es fea y aunque una vez terminada la película me llamaron por teléfono y no contesté porque me dio miedo y además soñé hartas veces con Samara, viéndola salir del televisor de mi dormitorio, nunca volví a sentir el pánico de cuando tenía 5 años.
A Chucky no lo volví a ver nunca más, talvez me volvería a asustar porque la verdad es que el mono la embarra para ser feo, y aunque ya no tengo juguetes en mi repisa sé que comenzaría a desconfiar de que tras de mí esté siempre ese mono feo con un cuchillo listo para asesinarme.
Con Freddy estamos reconciliados, toda esta semana he visto "Nightmare on Elm street" por las noches, sola y con la luz apagada. No miento diciendo que no me da miedo y que no salto de susto cuando aparece, o que no me sorprendo apoyándome cada vez con más fuerza al respaldo del asiento cuando la esena tiene demasiado suspenso, o que no me mato de susto cuando aparecen esas niñitas que saltan la cuerda cantando esa maldita canción:
"1...2 Freddy viene, 3...4 cierra la puerta, 5...6 mira el crucifijo, 7...8 nunca duermas, 9... 10 nunca drmirás..."
No sé si he vuelto a tener pesadillas con Freddy, tengo la sensación que sí. Y aunque yo sé que es ficción siempre voy a tener la esperanza (o el temor) de que cualquiera de estas noches venga a hacerme una de sus particulares visitas y que termine conmigo rebanada por las garras del señor Krueger.
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